El norte de la Provincia de Neuquén es un destino colmado de tradiciones y costumbres que le suman mayores atractivos a este pedacito de encantos naturales. Los campos recorridos por los crianceros, que trasladan el ganado desde los campos de invierno a los de verano, son una de las postales más típicas de esta región de montaña.
Y así el relieve que a primera vista parece rígido y extremadamente agreste va tomando movimiento expresando la vida que existe en él. Los ríos, arroyos y lagunas que pueblan estas tierras también se desplazan, arrastrando una rica fauna que convoca a todos los amantes de la pesca deportiva en un entorno rodeado por gigantes formaciones montañosas y el imponente silencio que caracteriza a los parajes patagónicos.