Tranquilidad en su máxima expresión; postales recorridas por azulinos cursos de agua; colores que se mezclan y dibujan las elevaciones que contrastan sobre el horizonte, dan forma a los paisajes que tapizan las tierras de la región de Varvarco.
Ideal para relajarse y descansar, respirando el puro aire patagónico, también atrapa a quienes gustan de la aventura y las actividades con un toque de adrenalina. Los cerros son una tentación irrechazable para los montañistas ansiosos por alcanzar las cumbres. Una de las alternativas con más adeptos es el ascenso al impactante Volcán Domuyo, actualmente inactivo, que regala sus 4709 metros de altura para experimentar un sinnúmero de sensaciones indescriptibles.