En plena cordillera catamarqueña se encuentran agrupados más de 14 cerros con una altura mayor a los 6 mil metros sobre el nivel del mar, los cuales llevan el nombre de Seismiles. Estas moles imponentes son encabezadas por el Pissis (6882msnm), el volcán inactivo más alto del mundo, cuyas cumbres constituyen un gran desafío para los montañistas.
Entre estos apasionantes cerros destaca el San Francisco, erguido al lado mismo de la ruta internacional que comunica Catamarca con Chile, por ser el de más fácil y práctico ascenso. También el Incahuasi, ubicado cerca del Paso Fronterizo de San Francisco atrae cada año a numerosos aventureros decididos a alcanzar su cima. Pero si hay un seismil temible, él es el Ojos del Salado, un volcán activo en cuyas paredes las nieves son eternas y en cuyo interior las fumarolas advierten su vigilia.