Ubicado a escasos kilómetros del límite entre la provincia de Catamarca y Tucumán, el Parque Nacional Los Alisos se extiende a través de 10000 hectáreas que cobijan una porción de la selva y el bosque montano. Se emplaza sobre la ladera oriental de los Cerros del Nevado de Aconquija.
Imagen - Secretaría de Turismo de la Provincia de Catamarca
Con diferentes alturas, que van desde los 847 hasta los 5200 metros, la vegetación va cambiando a medida que varía la altitud. En las zonas más bajas se ubica la selva montana, con especies como laurel, nogal y tala. Al alcanzar los 1000 metros, el sotobosque se adueña del paisaje, reverdeciendo aún más las postales.
Pasando los 1500 metros aparece el pino del cerro, sauco, amancay, junto a otros árboles para dar forma al bosque montano. Siguiendo hacia las cumbres, el visitante encontrará bosquecillos de queñoa; yaretilllas; y lupinos cuando los 3000 metros de altura ya son una realidad. La variedad de este ambiente también permite el desarrollo de una nutrida fauna: aves, como quiula puneña y la monterita serrana; roedores, entre los que se destacan el tuco-tuco y la rata andina; mamíferos: guanaco; gato montés; puma y ocelote.
Pero además de su gran valor ecológico, cuenta con una reserva arqueológica que preserva a las Ruinas de Ciudacita, también conocidas como Pueblo Viejo. Construidas por los incas, se pueden observar dos conjuntos de edificios levantados con piedras y unidos por un camino de un kilómetro, que persisten el paso del tiempo a 4000 metros sobre le nivel del mar. Se presume que era un sitio dedicado a las celebraciones y el trabajo, debido a los grandes espacios públicos que se encuentran en el diagramado de la ciudad.