El maravilloso Valle de Calamuchita se levanta entre ríos cristalinos que corren montaña abajo sorteando los obstáculos rocosos del territorio; y sierras que, salpicadas de misterios y leyendas, guardan en su interior múltiples especies silvestres. Es tierra de Comechingones, de inmigrantes europeos, de tradiciones que se mezclan creando un ambiente único.
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Atravesado por dos cordones serranos -las Sierras Chicas al este y las Sierras de Comechingones al oeste-, permite asombrarse con el descubrimiento del imponente Cerro Champaquí que, con más de 2000 metros sobre el nivel del mar, desafía a los valientes proponiendo diferentes modos de alcanzar su cumbre.
El Valle de Calamuchita alberga en su extensión siete embalses en los que la pesca es siempre exitosa y los deportes acuáticos pueden practicarse durante todo el año. En tanto, en el otro extremo de las sensaciones, los pueblos duermen entre las sierras, serenos pero expectantes a la llegada de los turistas, para compartir con éstos lo que la naturaleza les ha procurado: reflejos de bellos paisajes en espejos de agua cristalina.
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Destinos turísticos reconocidos como Villa General Belgrano, Embalse, La Cumbrecita, Yacanto, Villa del Dique, Santa Rosa de Calamuchita; y otras localidades y parajes casi perdidos entre las sierras pero inmensamente atractivos: Athos Pampa, Almafuerte, Villa Rumipal, Río Tercero, El Durazno, Villa Berna, Intiyaco, Despeñaderos, Villa Alpina, componen este circuito llamado Valle Azul de los Grandes Lagos.
Entre los paseos obligados pueden así señalarse las centrales hidroeléctricas, cuyo máximo representante es la Central Nuclear Complejo Río Grande; y las festividades características de cada uno de sus rincones del Valle de Calamuchita, las cuales, a pesar del paso del tiempo, conservan sus orígenes europeos e invitan a disfrutar de sus tradiciones.
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